Un domingo cualquiera estaba lavando un carro de mi jefe, que también es mi tío. Cuando un hombre, pasa por ahí, con una carpeta y papeles en mano, y me pregunta "te puede hacer una encuesta", "si" respondí, sin pensarlo mucho. La encuesta trataba de las elecciones y de los partidos políticos con sus candidatos, próximas a efectuarse.
Después de mostrar un papel que lo acreditaba como una persona para levantar este tipo de encuestas, el hombre empezó a bombardearme con preguntas, de opción múltiple, torpes y sin sentido, como: "¿Cual es tu partido favorito?", "¿Cual crees que va ganar?", "¿Con que candidato te identificas mas?", "¿Que problema piensas que deberían resolver primero?", etc.
Al terminar la encuesta (que duro cinco minutos), el encuestador me dio las gracias y yo a el, por haber acabado pronto. Al seguir con mi trabajo, me pregunte, "¿a quien beneficiaran estas encuestas?". Por lo visto no a nosotros los ciudadanos comunes.
Toda esta despilfarro de dinero levantando encuestas a personas, en cada municipio y estado de la república, son patrocinadas por nuestros impuestos, desde un punto de vista critico.
Las estadísticas y las graficas hechas a través de encuestas, son para el único fin de tener un pronóstico de quien va ganar tal puesto. A la mayoría de las personas no les importa mucho, pero los partidos y sus candidatos son lo más importante. Para ver como van con sus campañas, en que zonas no están siendo preferidas y que tienen que prometer para ganar.
La democracia y la libre expresión si sirven en este país, solo que encuestas como estas son consideradas un desperdicio de tiempo y dinero. Faltan poco para las elecciones y necesitamos estar mas informados de los candidatos a los diversos puestos a elegir.
sábado, 4 de abril de 2009
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